jueves, 31 de julio de 2014

Pasaje a Tahití, Eva García Sáenz

Hacía tiempo que no leía una novela de paisajes ¡con lo que me gustan!, y con la llegada del buen tiempo decidí ponerle remedio leyendo Pasaje a Tahití.



La novella narra la historia de dos hermanos mallorquines, Hugo y Bastian Fortuny, que ponen rumbo a Tahití a finales del siglo XIX en busca de una nueva oportunidad profesional, al haber cada vez menos trabajo en Mallorca como sopladores de vidrio. En el barco que les lleva a Tahití conocen a la familia Kane.

Años más tarde Denis Fortuny, hijo mayor de Hugo y quien ha estado más involucrado en el negocio familiar de perlas falsas en Manacor, ve cómo su mundo se desmorona y comienza a investigar el pasado familiar. 

Me suelen gustar mucho los libros de paisajes que nos atrapan con una misteriosa historia familiar y esta novela no ha sido la excepción.

La trama se desarrolla en dos momentos distintos, finales del siglo XIX y en los años 30, sin que los saltos entre uno y otro sean una interrupción en la lectura, ya que están tan bien hilados que a veces apenas te das cuenta. 

Los personajes están muy bien definidos y me han sorprendido porque a lo largo de la novela algunos han conseguido hacerme cambiar la opinión que me había forjado sobre ellos, como en la vida, hay que darles una oportunidad antes de juzgarlos. 

La documentación de la autora también merece mención, ya que con Pasaje a Tahití conocemos cómo se vivía en esos años en Mallorca, en Tahití y en Japón. Me ha encantado por ejemplo conocer la historia de las amas, esas buceadoras japonesas de las que nunca había oído hablar.


En cuanto a la historia que narra Eva García, me ha gustado mucho. Es un misterio familiar que contiene historias sorprendentes. En cuanto leí las primeras páginas vi que sería uno de esos libros que no queremos soltar hasta que termina y así ha sido, he aprovechado los ratos libres para ver cómo continuaba y si pasaría lo que yo creía. Al final llegó la conclusión del libro y me dio pena, durante unos días eché de menos a sus personajes.

Mujeres de Tahití, Paul Gauguin

En conclusión, es una novela cuya historia me ha gustado mucho, aderezada con elementos bien trabajados y que me ha enganchado, cumpliendo así con lo que buscaba en ella. Si os vais de vacaciones y os gustan este tipo de novelas os recomiendo que le hagáis sitio en la maleta. 

Mi puntuación para este libro: 7,5/10

Imagen del ama: http://fr.wikipedia.org/wiki/Ama_(plongeuse)
Pintura de Gauguin: http://es.wikipedia.org/wiki/Tahit%C3%AD#mediaviewer/Archivo:Paul_Gauguin_056.jpg

miércoles, 16 de julio de 2014

Un hotel en ninguna parte, Mónica Gutiérrez

Un hotelito con encanto perdido en un bosque en la costa de Girona, un genial escritor que no escribe, un cocinero merecedor de estrellas Michelín, una violinista que ha perdido la ilusión por tocar, dos encantadores hermanos, tan opuestos entre sí como la noche y el día, y una camarera de hotel tan simpática y acogedora que hace que te sientas en casa nada más conocerla, son algunos de los elementos que hacen de esta novela una lectura mágica de la que no te querrás separar. Incluso el siempre malhumorado recepcionista francés (¿un guiño a Las chicas Gilmore?) contribuye al encanto de este libro.

un hotel en ninguna parte

Cuando vi que Mónica Gutiérrez había publicado en Amazon una nueva novela corrí a comprarla. Había leído su anterior historia, Cuéntame una noctalia, y me había encantado, así que, por supuesto, quise leer su novedad enseguida.

En este novela escrita en formato de emails, conocemos primero a Samuel, uno de los hermanos que dirigen el encantador hotelito El Bosc de les Fades. Samuel escribe un email a su madre en el que le cuenta, entre otras cosas, que una chica nueva comenzará a trabajar en el hotel. Inmediatamente después leemos el email que Tristan, el otro hermano, escribe a su madre. Más tarde nos encontramos con el primer email que Emma, la nueva trabajadora del hotel escribe a su mejor amiga Anna. Estos serán los tres narradores encargados de mostrarnos la encantadora vida en El Bosc de les Fades a través de sus emails.

Este libro tiene los elementos necesarios para hacerte feliz mientras lo lees. Los personajes son el tipo de personas que te gusta tener alrededor, y, ¿qué decir de la ambientación? Si pudiera, me escapaba ya mismo a El Bosc de les Fades. 

La historia es sencilla y el argumento no da grandes giros, además, todo le va saliendo bien a la protagonista pero, en esta historia, no es en absoluto forzado. La sencillez de la trama se adereza con preciosos detalles como las referencias a escritores y músicos.

Otro elemento que me ha gustado ha sido la narración en formato de emails, gracias a lo cual contamos con tres narradores muy distintos entre sí y que se expresan de forma igualmente diferente. 

Mónica ha vuelto a conseguir recrear un ambiente acogedor al que nos encantaría escaparnos, y una novela que atrapa, que no quieres dejar de leer y que hace que tengas ganas de aprovechar cualquier momento libre para volver a ella. Es una de esas novelas que da pena que se termine.

Me temo que esta es una de esas opiniones en las que no conseguiré plasmar lo muchísimo que he disfrutado leyendo esta novela, espero que aún así podáis apreciarlo y le deis una oportunidad si no lo habéis hecho ya. Yo ya estoy deseando leer otro libro de la autora.

Mi puntuación para este libro: 8.5/10


martes, 8 de julio de 2014

Confessions of a Shopaholic, Sophie Kinsella

Ya he comentado varias veces que mi autora preferida de chick lit es Sophie Kinsella. Su serie de Loca por las compras me encanta y por eso, cuando vi este libro por unos dos euros en una tienda de segunda mano en Londres, no pude resistirme a traerlo conmigo, a pesar de que ya lo había leído en castellano hace años.


En esta novela conocemos a Becky Bloomwood, la protagonista de esta serie de libros. Becky es una joven periodista económica que vive en Londres con su amiga Suze. A pesar de dedicarse a las finanzas de manera profesional, en su vida personal falla totalmente en esta faceta, ya que su locura, o más bien obsesión por las compras, hace que se le acumulen facturas sin pagar de una forma que da miedo. Sin embargo, lejos de hacer frente a la situación, Becky mira para otro lado y continúa aumentando sus deudas alarmantemente. 

Visto así, esta novela puede parecer superficial... y es que lo es. Sin embargo, es también muy, muy divertida. Becky no tiene control sobre sus finanzas ni sobre muchos otros ámbitos de su vida, y eso hace que se vaya metiendo en un lío tras otro, cada cual más disparatado. Además, su manera de pensar bastante irracional hace que se nos escape más de una sonrisa e incluso alguna carcajada. 

Por supuesto, en un libro como este, al amor no podía faltar, pero el comienzo de su relación es, cómo no, bastante descabellado.

Además de Becky, conocemos también a otros personajes como sus padres, su amiga Suze, los vecinos... todos están perfilados en el alocado estilo de la novela y hace que sean inolvidables.

En cuanto al estilo, como en la mayoría de las novelas del género, es sencillo y desenfadado, las páginas se suceden sin que te des cuenta y el libro dura un suspiro en nuestras manos. El nivel de inglés me ha parecido fácil, creo que es un buen libro para animarse a comenzar a leer en este idioma.

Aunque he disfrutado bastante con esta relectura, tenía mejor recuerdo de la primera vez que lo leí y de las últimas entregas de la serie. Esta vez algunas situaciones me han parecido demasiado exageradas, difíciles de creer, y la protagonista excesivamente cabeza loca.

En resumen, una lectura amena, para pasar un buen rato, muy recomendable para estas fechas, para la playa o la piscina. Eso sí, si no os gusta este género no lo recomiendo, ya que es chick lit en estado puro.

Mi puntuación para este libro: 7/10